miércoles, 29 de agosto de 2007

El ocaso sobre Dakota

Con dedicatoria especial para El Guille y Lilián, lectores cuatro y cinco de este blog.

Después de "Dean"

Quintana Roo fue el punto escogido para iniciar las vacaciones de Mr. Dean en México-Eduardo Huchín dixit- y entre tanto estropicio, tan indeseado visitante trajo un poquitín de inspiración como para concretar una paginita de humor localista, en el más reciente Pico de Gallo. A saber: en el cartón superior, el gobernador Félix González y el secretario estatal de Infraestructura y Transporte, Gabriel Mendicuti, chapoteando en la recién inagurada (y estropeada) cancha del estadio de futbol del Atlante. En el chascarrillo baboso de abajo, y con un estilo de dibujo mucho más simple, aparecen: 1) el presidente Felipe Calderón, con su exigua bolsita de apoyo del Fondo de Desastres Naturales; 2) nuestro oscuro ex gobernador Joaquín Hendricks, famoso por haber pasado en Europa -y con gratísima compañía, a decir de su furibunda esposa- la emergencia del huracán Isidore, hace algunos años; y 3) el alcalde Francisco Alor, quien, según mi tendencioso punto de vista, habría incluso celebrado el arribo de un nuevo chivo expiatorio al cual endilgar el lastimoso estado de las calles de la ciudad (y, claro, ansiando los recursos adicionales que hubiera supuesto a las arcas municipales la eventual declaración de Cancún como zona de desastre). Cosas mías, difamador que soy...

viernes, 17 de agosto de 2007

jueves, 9 de agosto de 2007

Luis Eduardo Aute - Templo

El Verbo se hizo carne
tuya
y carne
mía
y conjugó entre nosotros.

“El verbo se hizo carne”, L.E. Aute

Luis Eduardo Aute graba en 1987 este magistral álbum, en el que musicaliza textos de su poemario Templo de carne, inspirado en una serie de óleos que elaboró para una exposición en Madrid, los cuales “reflexionaban sobre la dimensión poética de la pintura religiosa –en palabras del propio artista-: La gran pintura erótica es la gran pintura religiosa. Creo que si Dios existe, sería sexo puro, que no puro sexo”. Esta fue la base de este nuevo Cantar de los cantares, un canto de exaltación al amor carnal y al erotismo que emplea la simbología de la liturgia cristiana. Una obra bellísima que, como era de esperarse, por su propia naturaleza, fue motivo de gran polémica, al grado de que es aún, para Aute, “el disco que más aprecio (…), el más experimental que he hecho y es también el disco maldito, el que no pude terminar. Creo que es un disco que se reconocerá con el paso del tiempo. Lo quiero mucho porque no me lo dejaron terminar. Me dijeron que esa locura no podía llegar más lejos...”

Descárgalo aquí.

martes, 7 de agosto de 2007